Anticipamos el texto traducido de la conferencia del prof. Malo,

Family or Families? Towards a Better Understanding of Humanization and
Generativity

, que ha pronunciado a Budapest el 5 de febrero en el Congreso organizado
por la Pázmány Péter Catholic University de Hungría.

Se trata de una reflexión antropológica de gran alcance sobre la batalla
cultural en curso en Occidente que puede cambiar el rostro de la familia
con daños incalculables para las personas. La familia es el lugar de humanización de la persona. Está escrita en su DNA. Pero
la familia no se realiza automáticamente ni se programa a voluntad.

Hay que recordar que, en la Conferencia internacional sobre población y
desarrollo de El Cairo de 1994 organizada por las Naciones Unidas, los
promotores de la ideología de género -que se presentaba entonces bajo el
manto del feminismo- pretendieron incluir el término familias en
lugar de familia. El intento fracasó, pero no del todo, pues se
ignoró completamente la institución del matrimonio en el capítulo dedicado
a la familia. Además, en lugar de reconocer que la familia es una
institución natural y universal, en el texto finalmente aprobado se dice
que “existen varias formas de familia según los diferentes sistemas
políticos, legales, sociales y culturales” y que la “composición y
estructura de la familia” cambian con los cambios sociales. Afirmaciones
verdaderas, pero ambiguas.

Está claro que, para modificar la familia, hay que cancelar el matrimonio,
proyecto que pasa primero por debilitarlo y banalizarlo hasta llegar a su
abolición. El primer paso de esta estrategia es, por supuesto, el
reconocimiento legal de las uniones de hecho y, sobre todo, de las uniones
entre personas del mismo sexo.

Podría pensarse que estos cambios en la familia y en su fundamento, el
matrimonio, no sean en fondo tan graves pues, se dice, la técnica permite
continuar produciendo seres humanos y las nuevas formas de relación sexual
pueden también consituir un ambiente adecuado para el crecimiento y
maduración de los hijos.

El autor de esta conferencia argumenta con profundidad contra esas
premisas. El resumen de su argumentación podría resumirse en estos
términos: La familia es el primer lugar de la humanización tanto por su
capacidad de generar y regenerar la persona y las relaciones personales
como porque sólo en el matrimonio y la familia se da originalmente la
donación y la gratuidad. Cierto, habría que completar el argumento
afirmando que tal noción de familia no es un dato meramente de hecho sino
una misión.


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