En una sociedad donde la presencia y la influencia de los medios de
comunicación es cada vez mayor y más pervasiva, debería ser fundamental la
figura del “docente de medios”; es decir un guía que oriente y eduque en el
consumo de los contenidos de los medios. Y, sin embargo, una referencia pedagógica eficaz para los
jóvenes falta en las escuelas. Este es el punto de partida de Paolo Braga y
Armando Fumagalli en su artículo
“Educar a los medios con los medios”
de próxima publicación en la revista “Parabola” de la Asociación italiana
de radiotelespectodres (Aiart). Lo hemos traducido al español y los
presentamos íntegro en nuestra sección Documentos.

Los contenidos de los medios, las narraciones que éstos presentan son cada
vez más complejas. Estas propician un ambiente cultural que dificulta la
maduración emotiva y moral de los adolescentes, lo que no les ayuda a
reducir el narcisismo típico de esa edad ni a asumir desde sí mismos los
roles que la socialización secundaria les requiere (instalación el mundo
profesional, familiar, de la comunidad religiosa, de relaciones con
vínculos, etc). Además, las figuras de “mentores” (educadores) que aparecen
en muchos programas de ficción dirigidos a jóvenes (films y teleseries)
presentan modelos educativos a menudo problemáticos, eso sí siempre con
algunos valores positivos, atractivos y eficazmente contados. Ante esos
modelos, la realidad educativa en la escuela y en el hogar parece desvaída.
Todo esto postula que, hoy día, los educadores necesiten un plus
pedagógico, en sus propias cualidades humanas y docentes, además de una
competencia crítica que ayude a “deconstruir” con sus pupilos la potencia
moldeadora de las actitudes de esos programas.

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