Dawn Stefanowicz, Fuera de la oscuridad. Mi vida con un padre gay,
(Fuori dal buio. La mia vita con un padre gay), Ediciones Ares, Milán 2012.

Los hermanos Thomas y Scott, un padre homosexual «crecido en un familia
desastrosa en la que se violaban las barreras sexuales y se verificaban
relaciones incestuosas», una madre frágil y sometida, con diabetes: Dawn
Stefanowicz recorre los años difíciles de la infancia a la juventud en Fuera de la oscuridad. Mi vida con un padre gay (títolo original
del libro, Out from Under: The Impact of Homosexual Parenting). Se
trata de un viaje valiente de regreso en el oscuro laberinto de la memoria,
buscando detalles para contar y contarse a una misma sin censura, en una
narración sencilla – incluso dura y escabrosa en algunos pasajes- que se
propone, al mismo tiempo, como una historia de vida para compartir hasta el
fondo «de forma que el lector pueda comprender con facilidad los efectos de
la influencia que los padres y la familia tienen sobre los niños».

También se presenta como elaboración catártica, de gran valor
psicoanalítico, capaz de hacer surgir palabras de perdón y esperanza allí
donde afloran las consecuencias más traumáticas de la experiencia. La
pequeña Cynthia Dawn -éste es su nombre completo- crece en la Toronto de
los años sesenta en unas condiciones de grave malestar familiar y personal,
en gran parte ignoradas deliberadamente por el mundo de los adultos,
empezando por sus profesores. Se siente traicionada afectivamente por un
padre ausente, en la continua búsqueda de relaciones homosexuales con
parejas de convivencia u ocasionales, y sin el cuidado adecuado de una
madre que, a su vez, necesita ayuda. Cynthia entra en una espiral de
confusión y vergüenza alimentada por la exposición directa y precoz a
prácticas de naturaleza explícitamente sexual.

Un estado de destrucción de la personalidad y de la dignidad humana que se
refuerza de forma dramática en los años tempestuosos de la adolescencia y
que perjudica sensiblemente los primeros años de juventud, con el
empeoramiento de un cuadro depresivo, particularmente marcado por la
variación del humor y por la explosión de toda una serie de factores que
predicen el riesgo de suicidio.

Los años de psicoanálisis y la profunda fe en Dios le permiten a Dawn en la
edad adulta reconciliarse con este pasado complicado y traumático,
fuertemente marcado por humillaciones, engaños y vejaciones. Todo ello le
ayuda a encontrar, por fin, la claridad interior. Aún así, sólo con la
muerte del padre -derrotado por el SIDA como muchas de sus parejas
sexuales- y sucesivamente de la madre; sólo después, esta mujer convertida
con el paso de los años en esposa y en madre de un niño y de una niña, ha
encontrado el coraje de hacer pública su terrible experiencia, con el fin
de «mostrar a todos lo que las estructuras parentales y familiares pueden
incidir negativamente en el desarrollo de los niños». Más que un objetivo,
se trata de una verdadera misión para esta mujer canadiense de cincuenta
años, que está dando la vuelta al mundo para dar testimonio de las razones
de su libro; se trata de una batalla a favor del bienestar de los hijos y
de la importancia de la familia natural -institución natural fundada en el
matrimonio entre un hombre y una mujer- y contra la legalización de las
adopciones y bodas gays.

Out from Under
es un libro destinado a que se hable de él, y no sólo por la dolorosa
historia personal de Dawn Stefanowicz. La posibilidad de definir la
paternidad más allá de los términos biológicos -y en este marco razonar
sobre los derechos de las personas homosexuales en materia de matrimonio y
adopción- es un tema de actualidad que interpela nuestras fibras más
profundas, tanto en el plano moral como en el sociocultural; además
conlleva un debate comunitario importante, precursor de leyes capaces de
respetar sobre todo el derecho de cada niño a crecer y ser educado en las
mejores condiciones posibles. Y en esta dirección la familia natural
desarrolla una función insustituible: no lo dice sólo la Iglesia, sino
también estudios recientemente publicados en la revista Social Science Research, los últimos de un filón científico lleno
de ideas interesantes.

Calificar precipitadamente como homófobas, engañosas o desleales, las
argumentaciones que defienden la paternidad natural, además de ser
reduccionista, no aporta elementos significativos de crecimiento y de
novedad en un debate destinado al público, en ausencia de un cambio de
rumbo, a resbalar en el pantano de las estériles escaramuzas ideológicas.
Entre otras cosas, una encuesta reciente realizada en Reino Unido por la
agencia ComRes por cuenta de Catholic Voices -publicada
en el conocido diario británico Daily Telegraph y en un blog del periódico La Stampa– muestra cómo los mismos gays y transexuales no
consideran el matrimonio homosexual una prioridad.

Por tanto, en vísperas de decisiones destinadas inevitablemente a reavivar
la polémica -entre otras, las anunciadas por el gobierno francés de
apertura en materia de derecho al matrimonio y a la adopción de las parejas
homosexuales-, llegan también testimonios fuertes como el de Dawn
Stefanowicz, capaces de ofrecer elementos concretos para la reflexión sobre
la identidad y responsabilidad de los padres de familia. Son testimonios
que pueden, al menos por una vez, ponernos con los pies en la tierra.

(*) Caterina Saccà es neuropsiquiatra infantil

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