Que levante la mano quien se sepa de memoria el número del móvil de su hijo
o de su padre. O que recuerde la fecha de cumpleaños de sus amigos,
familiares o compañeros de trabajo más queridos, sin que se lo tenga que
decir Facebook o una agenda electrónica. La respuesta, en la inmensa
mayoría de los casos, será negativa. Sin embargo nuestros abuelos se
acordaban de todo. No se les escapaba un aniversario, un cumpleaños,
incluso las fechas de los grandes acontecimientos históricos. Recuerdo que
mi abuela, que llegó a cumplir noventa años, recitaba al pie de la letra,
sin la más mínima vacilación ni retraso, todas esas bellas poesías que se
aprendían en la infancia en los pupitres del colegio.

¿Qué nos pasa? El Kaspersky Lab ha estudiado la capacidad de nuestras memorias en la era
de Internet y de la revolución digital. Los resultados del estudio son
inapelables: ya no nos esforzamos en recordar nada de memoria. A la más
mínima duda, memoria en blanco o incertidumbre, inmediatamente consultamos
Internet, como si fuera el oráculo de Delfos. También tiene vida corta
cualquier discusión de café. El debate termina de modo abrupto con la
fatídica palabra: «Veamos qué dice Wikipedia». La red nos ofrece una
respuesta a cualquier tipo de pregunta y de búsqueda informativa, haciendo
inútil el más mínimo esfuerzo de memoria y de razonamiento.


La memoria en la era de Internet: amnesia digital y efecto Google

La investigación del Kaspersky Lab subraya dos fenómenos,
cada vez más difusos:

1) La amnesia digital
: encomendarse de modo exclusivo a los dispositivos digitales ( smartphone, tablet, pc) para seguir el rastro de los datos
que nos son necesarios provoca una disminución de nuestracapacidad de memorizar los datos personales importantes, como por
ejemplo las fechas de cumpleaños y nuestras citas diarias. Un ejemplo
práctico de amnesia digital es la incapacidad crónica para memorizar los
nuevos números de teléfono, mientras recordamos con facilidad el viejo
número de casa, almacenado en nuestra cabeza antes de la era digital.

2) El segundo fenómeno descubierto por los investigadores del Kaspersky Lab
es lo que ellos llaman «efecto Google», es decir, una
especie de debilitamiento progresivo de la memoria en general (por
ejemplo, la dificultad cada vez más extendida para recordar fechas de
acontecimientos históricos, nombres o naciones diferentes) porque nos hemos
acostumbrado a buscar la respuesta a cualquier pregunta con el motor de
búsqueda de Google, en lugar de esforzarnos en recordar o razonar.

Metodología y resultados del estudio del Kaspersky
Lab

El estudio de Kaspersky Lab se ha desarrollado
simultáneamente en Estados Unidos y en Europa. En Estados Unidos la muestra -estadísticamente
representativa- fue de mil personas de edad comprendida entre los 16 y 55
años, distribuidas por igual entre hombres y mujeres. Los mismos criterios
fueron usados en Europa, con un panel más amplio, de 6.000 personas,
procedentes en forma equitativa de Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia,
España y el Benelux.

Los principales datos coleccionados han señalado que:

  • Más del 90% de
    los sujetos procedentes de los Estados Unidos y casi el 80% de los europeos admite utilizar Internet como
    una extensión de la propia memoria, para recordar
    datos o para hallar todas las respuestas que necesitan ;
  • Un europeo de cada tres
    y un americano de cada dos declaran consultar
    inmediatamente la web cuando necesitan respuesta a una pregunta, sin esforzarse lo más mínimo en recordar o razonar.
    Incluso un europeo de cada cuatro y un americano de cada tres afirman
    que inmediatamente se olvidan de la información que acaban de obtener
    online;
  • En general, la posibilidad de perder todos los datos registrados en
    sus instrumentos digitales, sobre todo en el smartphone , es fuente de gran estrés y preocupación,
    especialmente entre las mujeres y los menores de 35 años;
  • La amnesia digital
    afecta no solo a los usuarios más jóvenes, los llamados nativos
    digitales, sino también a las personas más adultas.

De estos resultados se desprende un hecho muy interesante: nuestro cerebro

ha asimilado muy bien cómo acceder a una determinada información, pero
casi inmediatamente olvida ese dato.

Y esto vale también para las imágenes. La posibilidad de sacar fotos en
cualquier momento, proporcionada por los modernos smartphone, lleva a una
progresiva disminución de nuestra capacidad de almacenar de modo visual las
experiencias vividas,

obligándonos a utilizar las fotografías que hemos tomado para restituir
a la memoria todos los detalles

. La misma cosa sucede a quienes se han acostumbrado a conducir con la
asistencia de un navegador. Nos borra la imaginación visual, además de la
capacidad crítica y de razonar, hasta tal punto que olvidamos incluso el
camino de casa y nos inhibe de cualquier intento de conducción autónoma.

Los encuestados son conscientes del efecto negativo de los smartphone,
hasta el punto que una buena parte de la muestra tiene un sentimiento de
tristeza sabiendo que debe confiarse a la tecnología para conservar sus
recuerdos o para encontrar las soluciones a los pequeños problemas de cada
día.

Amnesia digital y efecto Google: algunas conclusiones

Cada vez almacenamos menos datos y cada vez entrenamos menos nuestro
cerebro, que paulatinamente se hace más perezoso y adormecido, como un
lirón en otoño.

La comodidad de la tecnología vicia en la práctica cada vez más nuestra
memoria, ofreciéndonos el peligroso lujo de no almacenar ninguna
información ni concepto. Y nadie está exento de este peligro, visto que el
uso de web y smartphone está casi universalmente difundido en cualquier
edad y en toda capa social.

¿Existe un remedio?

No queremos hacer alarmismo banal e inútil. Sin embargo, es bueno empezar a
resaltar el tema con un rotulador de color rojo, por lo menos para
sensibilizarnos y ser conscientes del problema.

Ciertamente es muy difícil e incluso despropositado renunciar de golpe a la
comodidad de un smartphone, tablet o la conexión a la red. Hace falta
equilibrio. Y la próxima vez que busquemos una carretera, quizás sería
bueno sacar el viejo y amarillento mapa de carreteras para entrenar al
cerebro y apagar el Google Maps. Y vosotros, queridos lectores, ¿qué
relación tenéis con la tecnología? ¿Os acordáis de las fechas de los
cumpleaños? Hacednos saber vuestras opiniones en el espacio de los
comentarios a este artículo. ¡Os esperamos!

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