Coches trágicamente destrozados sobre el asfalto aún humeante, familias
enteras destruidas, jóvenes vidas truncadas. No es el tráiler de una
película de guerra, sino desgraciadamente la triste realidad de cada día;
la de los accidentes de tráfico. De hecho, cada vez más personas pierden la
vida en la carretera, sobre todo por triviales distracciones mientras
conducen, en especial a causa del uso del teléfono celular.


Teléfono móvil mientras se conduce: las trágicas cifras de un problema
mundial

El ministro italiano de Infraestructuras y Transporte, Graziano Delrio,
reveló recientemente que, en Italia, el 80% de los accidentes de tráfico
tienen su origen en el uso de los teléfonos inteligentes. En la práctica, 8
de cada 10 personas pierden la vida por leer un mensaje de texto, enviar un
whatsapp o ver una notificación en Facebook. Es una cifra increíble, que
debe hacernos reflexionar. Pero en esta triste estadística, no está Italia
únicamente. En Europa la situación es igualmente grave. Todavía estamos muy
lejos del


Objetivo 2020 de la Unión Europea


para la seguridad vial, que -en esta década- pretende disminuir de modo
drástico el número de víctimas de accidentes de tráfico. Las cifras son,
una vez más, implacables. En 2015, 26.302 personas murieron en toda la
Unión Europea. Casi como en una guerra. Y entre las causas, en la parte más
alta, además de la embriaguez y el exceso de velocidad, está siempre el uso
impropio de teléfonos móviles durante la conducción.

También en los EE.UU. la situación es alarmante, a pesar de una legislación
muy estricta que considera igualmente peligroso quien conduce usando un
teléfono celular como el que empina el codo. Pero las penas muy severas no
fueron suficientes, obviamente, para actuar como elemento disuasorio y
reducir el número de accidentes de tráfico, que en el 2015 han aumentado
bruscamente en un 8% más.

Para tratar de solucionar este problema, se ha introducido recientemente en
el Estado de Nueva York el Textalyzer, una especie de
alcoholímetro para móvil que es capaz de medir el “nivel” de mensajería de
los conductores. El funcionamiento de este nuevo dispositivo es muy simple.
En caso de accidente, el agente podrá pedir la entrega del teléfono celular
y utilizar el Textalyzer para entrar en el sistema
operativo y verificar las actividades más recientes realizadas por el
conductor. El instrumento es capaz, de hecho, de determinar cuándo y cómo
ha utilizado su teléfono inteligente el conductor. Negarse a entregar el
teléfono inteligente prevé la retirada inmediata del permiso de conducir.

Está en fase de prueba de momento, pero si tiene éxito, el Textalyzer puede extenderse al resto de los Estados
Unidos, y por qué no, a América Latina o Europa.


El uso del teléfono mientras se conduce: lo que revela la investigación
científica

Los datos estadísticos que hemos visto sobre el mal uso de instrumentos
digitales durante la conducción, han sido confirmados por muchos
neurólogos. Según recientes investigaciones, quienes utilizan un teléfono
inteligente mientras conducen tienen un riesgo estadístico de causar un
accidente de tráfico cuatro veces superior a la norma. Un riesgo incluso
mayor que los que están en estado de embriaguez o bajo la influencia de
drogas.

Además, en el laboratorio de


Ciencias Cognitivas Aplicadas de la Universidad de Utah


están analizando desde hace algún tiempo, con especiales simuladores de
conducción virtual, el impacto real de las pantallas de los teléfonos
inteligentes y de las tabletas sobre el rendimiento de los conductores y
sobre la seguridad vial. Los resultados son impactantes. Se registra una
verdadera ceguera por desatención, que aumenta drásticamente el tiempo y la
capacidad de reacción del conductor frente a un evento inesperado tal como
un frenazo o un volantazo. En la práctica, las pantallas tecnológicas
causan un adormecimiento sensorial, en particular de la capacidad visual,
produciendo una reducción del umbral de nuestra atención en la conducción.
Que, en cambio, no se registra, si por ejemplo se escucha la radio. Una
campanada de alarma muy fuerte que debe hacernos reflexionar seriamente
sobre el uso de las tecnologías digitales cuando se está conduciendo.


Las sanciones y las campañas de prevención no son suficientes. Hace
falta una media education

Por supuesto, más allá de estos datos y estas investigaciones científicas,
debe hacernos reflexionar el hecho de que el teléfono móvil puede afectar
emocionalmente a nuestras acciones y a nuestro comportamiento cuando
conducimos, hasta el punto de no ser capaces de resistir la tentación de
leer inmediatamente la última noticia que nos ha llegado, poniendo en grave
peligro nuestras vidas. En los últimos años se han hecho muchas campañas de
información y de prevención; por ejemplo, en

Italia

, en

Gran Bretaña

o en

Méjico

. Pero si no bastan ni las leyes con severas sanciones ni las campañas de
sensibilización, tal vez ha llegado el momento de incluir cursos de media education en las escuelas, bibliotecas, universidades,
hospitales, e incluso en los lugares de trabajo, para ayudar a las personas
a adquirir una concienciación del uso de tabletas y teléfonos. Para
aprender a manejar nuestra relación con la tecnología en un modo sano,
equilibrado e inteligente, evitando cualquier tipo de exceso y de adicción
malsana. En resumen, es necesario desintoxicarse de los media, empezando
por hacer buenos propósitos digitales. Puede salvar nuestras vidas y las de
nuestras familias.

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