A resultas del estudio “Videojuegos, menores y reponsabilidad de los
padres”, realizado por

Civertice

y

Protégeles

, ésta última asociación (

www.protegeles.com

) junto con el Ministerio de Sanidad y Política Social, ha puesto a
disposición del público una Guía de videojuegos y un sitio web de
orientación para padres:

www.guiavideojuegos.es

La Guía ofrece un ficha de los principales videojuegos en el mercado, o
disponibles póximamente en el mercado, con las siguientes informaciones:
nombre del videjuego y plataformas en las que el juego se lanza; icono de
temas conflictivos (violencia, lenguaje soez, el juego puede asustar, sexo
o detalles sensuales, temas polémicos o discriminatorios, fomenta azar y
apuestas, se puede jugar on-line, fomenta la drogadicción); icono de la
clasificación del código PEGI (Pan European Game Information) o
edad para la que se recomienda el juego ( www.pegi.info); resumen del argumento
del videojuego y observaciones sobre el contenido y el etiquetado,
independientemente de la edad recomendada por el fabricante, así como
posibles situaciones anómalas, como es el hecho de que pueda tener
diferente clasificación por edad en función del soporte para el que se
comercializa. Se incluyen además fichas de videojuegos on-line, más
conocidos por las siglas MMORPG (del inglés massively multiplayer online role-playing games o juegos de rol
multijugador masivos en línea).

La Guía ofrece también un decálogo para una compra responsable, un breve
resumen de datos de consumo de videojuegos del estudio antes mencionado y
sugerencias para proteger el equipo y jugar seguro en los juegos en línea.

“Muchos videojuegos, aunque pudieran parecerlo, no han sido concebidos para
niños ni adolescentes, y la utilización de estos por parte de nuestros
menores no está exenta de contraindicaciones. Es por tanto un objetivo de
la guía –se afirma en la presentación de ésta- sensibilizar a los
progenitores sobre la necesidad de informarse y responsabilizarse de la
compra a la hora de adquirir estos productos”.

Iniciativa digna de aplauso por la colaboración de instituciones públicas y
privadas en un tema tan sensible como es la protección de los menores ante
la posible mala influencia de determinados videojuegos, que representan ya
la primera voz en los ingresos generados por la industria de los mass
media.

Previous

Familia y educación religiosa en el contexto de una cultura mediática

Next

La televisión continúa siendo el medio dominante para los jóvenes, aunque cambie el modo de verla

Check Also