Una herramienta en sí misma es…una herramienta: es el uso que se le da lo que determina su valor. Esto se aplica también a las redes sociales, que pueden convertirse en medios de cercanía y solidaridad o, por el contrario, alejarnos, dividirnos y vaciar de significado nuestra vida relacional.

Reflexionemos un momento: ¿qué nos permite hacer una red social? Y, al mismo tiempo, si se usa mal, ¿qué nos impide vivir?

Quisiera reflexionar sobre el peligro de confiar demasiado en las redes sociales para construir vínculos y, en particular, destacar 5 desventajas para las relaciones sentimentales.

1. Con las redes sociales es más probable establecer relaciones efímeras

Hay quienes acusan a Internet en general y a las redes sociales en particular de ser una de las principales causas de infidelidad en las relaciones de pareja. Hay muchas aplicaciones o sitios de citas en los que es posible buscar oportunidades para establecer relaciones poco comprometidas a nivel afectivo o para «escapar» de relaciones reales (por ende, más difíciles).

Un primer riesgo, si se conoce a alguien a través de un portal online y se mantiene la relación principalmente allí, es basar el vínculo en la superficialidad y acostumbrarse a una relación no esforzada, porque no es vinculante.

2. Las redes sociales facilitan la infidelidad: todo está a un clic de distancia

Como ya hemos observado en según el 80% de los abogados inscritos en la Asociación de Abogados de Derecho de Familia de Estados Unidos, las redes sociales juegan un papel principal en las separaciones, tanto que la justicia estadounidense ha afirmado que un juez puede ordenar a un cónyuge que proporcione en juicio la contraseña de su página de Facebook. De hecho, las redes sociales tienen este poder: permiten recuperar relaciones y amistades, crear nuevos amigos con un simple «añadir» o «seguir». Un solo clic para caer en mil tentaciones, especialmente si se está viviendo un momento difícil.

3. Las redes sociales aumentan el riesgo de aislamiento y acoso

Desde hace años estamos saturados de conexiones y vínculos, lo que hace casi impensable la idea de que uno pueda realmente sentir una profunda soledad. Sin embargo, desde hace más de un lustro, el sentimiento de soledad está en constante crecimiento precisamente a causa de la hiperconexión, que no solo no ha ayudado a algunos sujetos «frágiles» a salir de su aislamiento, sino que ha dado lugar a un nuevo malestar de nuestros días: la soledad digital. Al problema de la soledad y la sustitución de la vida real, hay que añadir el peligro de ser acosado. ¿Cuántas citas «a ciegas» se organizan y aceptan a través de las redes sociales? ¿Cuántas de estas citas ponen en peligro, especialmente a las jóvenes que se sienten halagadas y aceptan encontrarse con hombres sin escrúpulos? Es mejor siempre preferir los encuentros con personas en carne y hueso. ¡Las redes sociales sirven para cimentar relaciones reales, no para crearlas!

4. Se puede caer en amores virtuales que no solo no son amores, ¡sino que simplemente no existen!

¿A quién no le ha pasado escuchar historias que parecen surreales, de relaciones a distancia – ficticias – que duraron años y se construyeron solo detrás de una pantalla?

Tenemos relatos de estafas, nacidas precisamente por culpa de «amores virtuales» nunca existentes, construidos ad hoc, solo para engañar a las víctimas. ¿Por qué nos conformamos con este tipo de atención?

Sucede que, para llenar un vacío afectivo, nos aferramos incluso a frases escritas en un chat, nos adaptamos a relaciones no auténticas. Si, obviamente, el problema radica en una emotividad herida, las redes sociales ayudan a profundizar en las heridas, en lugar de remediarlas.

Las redes sociales se convierten en una forma de compensación, para llenar una necesidad, al menos aparentemente.

5. Las relaciones ficticias en las redes sociales quitan tiempo a posibles relaciones reales

A todos nos pasa tener amigos lejanos, también sucede tener un novio o una novia que vive en otra ciudad. Las redes sociales permiten mantener una relación a distancia. Es innegable, sin embargo, que encontrarse no es lo mismo que mantenerse en contacto a través de un celular o una computadora; sin embargo, la conexión es importante, puede permitir mantenerse actualizado, estar cerca a pesar de la distancia. Lo que importa es tener claro que la amistad y el amor comienzan a existir en la realidad. Escribe una periodista de Punto Famiglia, un portal de familia, Ida Giangrande, hablando de Tinder: “El alma se cuenta a través del trato ordinario, el perfume que llevo, las palabras que digo, la manera en que las digo. Todo cuenta mi alma, pero para llegar allí debemos relacionarnos, encontrándonos sí, pero en la realidad. Intentemos usar la tecnología para lo que sirve”. Debemos preguntarnos, en definitiva: ¿las redes sociales me están ayudando en mis relaciones reales, o me están quitando tiempo para ocuparme de ellas?

 

 

 

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