En el imaginario colectivo,

virtuosa y admirable es la persona que sabe olvidarse de sí misma para
pensar en otros. Es «héroe

» quien llega a dar la vida para salvar la de otro.

No pocas veces, más de las que algunos pesimistas piensan, también el mundo
del cine ha representado la belleza de entregarse y sacrificarse, hasta dar
la vida, por el bien de quien se ama. Es verdad que Hollywood suele hacerlo
en películas de guerra y en los dibujos animados, que “comprometen” menos…

En Family and Media querríamos sugerir algunos clásicos que se
pueden disfrutar junto con los hijos para reflexionar juntos sobre la
virtud de la generosidad.

1. El Rey León:

un padre que no duda en dar la vida para salvar la de su hijo

Es una película de dibujos animados de Disney, dirigida por Rob Minkoff y
Roger Allers, estrenada en las salas en 1994.

Una película antigua, pero inmortal, cuyo protagonista es Simba, cachorro
de león, hijo del rey de la sabana, Mufasa y de su esposa, Sarabi.

Simba está destinado a ser rey, pero esto esto no le agrada a Scar, el
hermano de Mufasa, que quiere heredar el trono en lugar de Simba. Por esto
pone una trampa al cachorro de león.


Mufasa muere al intentar salvar la vida de su hijo. Estamos frente a
una de las escenas más conocidas y conmovedoras de la historia del
cine.

La

muerte de Mufasa, dolorosa, conmovedora, difícil de aceptar

– no sólo para el protagonista, sino también para todos los pequeños
espectadores – no será en vano, porque el valor, la
fortaleza, la rectitud demostrada por Mufasa acompañará al pequeño Simba
durante el resto de su vida y lo hará un gran rey, como su padre…

2.
La Bella y la Bestia:

una hija sacrifica la libertad para salvar a su padre

En esta película de dibujos animados de Disney de 1991, dirigido por Gary
Trousdale y Kirk Wise, una hija «se sacrifica» para salvar a su padre.

El señor Maurice acaba accidentalmente en el castillo de un príncipe que,
años antes, fue víctima de un hechizo: un hada lo ha convirtió

en una bestia como castigo por su arrogancia y descortesía.


Bella le pide a la bestia que la encierre a ella en lugar de a su
padre.

Un sacrificio enorme, pero que no será en vano. La chica no solo salvará a
su padre, sino también al príncipe.

Durante el período de cautiverio, de hecho, Bella será capaz de golpear
profundamente ese corazón arrogante…

Una de las películas más bellas para descubrir que el amor genera amor, y que la redención es posible para todos.

3.

Las crónicas de Narnia – La bruja, el león, el armario:

es más grande quien más dona

Película de Disney dirigida por Andrew Adamson de 2005.

El reino de Narnia, que antes resplandecía gobernado por el sabio rey león
Aslan, está bajo el terrible dominio de la Bruja Blanca, quien trajo el hielo a esa tierra.
Ninguna criatura puede vivir ya a la luz del sol, todos son «sus esclavos».


Cuatro hermanos humanos se reúnen en ese mundo de fantasía, pasando

misteriosamente a través de un armario, y se les confía la misión de derrotar a la Bruja… El
propio Aslán encuentra, acompaña y anima a los hermanos a cumplir esa
misión.

Pero Edmund, uno de los hermanos, les traiciona y, según las leyes de
Narnia, debe pagar su doblez con la vida

. Sin embargo, Aslan, bueno e inocente, se sacrifica y muere en su lugar.
Es asesinado por la Bruja y sus secuaces en un altar. La referencia al
sacrificio de Cristo en la cruz, que muere como inocente para salvar al
hombre caído en el pecado, es bastante explícita, y la película en su
conjunto remite a una visión cristiana de la vida. Con esta escena nos
recuerda que es más grande quien sabe dar… y que vale la pena
sacrificarse por amor. La vida de Aslan no termina con la muerte: como toda
muerte, en efecto, tiene su resurrección…

4.
Maleficient 2 – La señora del mal

: si dar la vida por amor es más eficaz que matar a los malvados

En esta película de Disney de 2019, dirigida por Joachim Rønning, la
princesa Aurora y el príncipe Felipe, históricos amantes del cuento de
hadas La bella durmiente del bosque, llegan a planear su boda,
pero hay una gran enemistad entre sus familias. Los padres del príncipe (el
Rey Juan y la Reina Ingrith) odian a Maléfica, madrina y tutora de Aurora.

Después de muchos desagradables acontecimientos,

comienza una guerra entre los dos reinos . En Maléfica, redimida en la
primera película (Maleficent, 2014) se enciende de nuevo el
veneno del odio,

destinado a generar sólo más daño. Es el amor lo que produce los cambios
auténticos.

Aurora resume este mensaje al final de la película, cuando, viendo a
Maléfica, cegada por la ira, empeñada en matar a la Reina, la detiene y le
dice: «Te conozco. Esta no eres tú. Hay otro camino…».

En ese momento, la mirada de Maléfica cambia. Se dulcifica. Cree en las
palabras de la «hija», y renuncia a su propósito de venganza. Poco después,
en

vez de quitarle la vida a la Reina, dará la suya para salvar a Aurora.
Ni siquiera ella, como Aslan en Las Crónicas de Narnia, permanecerá mucho tiempo bajo el poder
de la muerte…

Por el contrario, el final de la película muestra que,

ofreciendo la vida, en lugar de quitarla, se es víctima sólo en
apariencia: en realidad se llega a heredar de un mundo nuevo.

«El valor de una persona reside en lo que es capaz de dar y no en lo que es
capaz de tomar», decía el científico Albert Einstein.

Hemos pensado en estas cuatro películas, para recordar a los chicos que es
más grande el que más sabe dar a los demás. Se admiten sugerencias para un
próximo artículo.

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