Finalizada la primera serie con un éxito extraordinario, todo está listo
para la segunda parte de la secuela de La amiga estupenda, la serie basada en la novela del
mismo título de Elena Ferrante, la escritora italiana de fama mundial.

La historia cuenta la amistad entre dos chicas, primero adolescentes y
luego mujeres, en la Nápoles de los años 50, en un barrio periférico, que
sirve de telón de fondo, en el que y gracias al cual, surgen de manera más
nítida las contradicciones, las paradojas y los peligros, junto con el
deseo de redención y emancipación, de una sociedad en busca de afirmación.

Elena Greco y Raffaella Cerullo son las protagonistas de una bella y
dramática historia. La novela ha sido incluida en el género de la novela de
formación; de hecho,los acontecimientos siguen el crecimiento de las dos
chicas que viven dificultades y éxitos, que pasan por la inquietud para
alcanzar una madurez consciente, especialmente de su propia angustia y
soledad.

En La amiga estupenda se ve Nápoles en una época,
después de la guerra, a través de un barrio popular y pobre, donde las dos
chicas se distinguen por su habilidad e ingenio. Dos personalidades
diferentes, a menudo opuestas, las de Lenù (Elena) y Lila (Raffaella),
unidas por una gran amistad, construida de afecto, pero también de
competencia e infidelidad. Un vínculo que marca la vida de ambas, pero que
lucha por imponerse como un sentimiento profundo.


Historia de sentimientos, dificultades y relaciones complejas

La primera escena de la película, así como la del libro, se abre con una
llamada telefónica por la noche. Está oscuro y responde Elena sabiendo que
es Rino, el hijo de Lila, preocupado por la desaparición de su madre. Lila
ha eliminado todo rastro de sí misma en la casa. Ciertamente lo que no
puede borrar es el recuerdo de una vida pasada juntas. Un recuerdo todavía
vivo en la mente de la amiga, ya de edad avanzada, que casi como en un
último desafío, comienza a escribir “cada detalle de nuestra historia que
ha quedado grabada en mi mente”.

Todo comienza en el recuerdo: el texto, y también la película, bajo la
dirección de Saverio Costanzo y con la colaboración, entre los escritores,
de la propia Ferrante. Las imágenes de color sepia nos hacen pensar en las
fotos antiguas, aquellas que uno encuentra en el baúl de la abuela. Las
escenas repasan los hechos relatados, en primera persona, por Elena, que
empieza en el momento en que se conocieron y que continúa retratando sus
vidas de niñas y de adolescentes en el primer libro de la tetralogía,
titulado “La amiga estupenda», para continuar en “Un mal nombre” (la
traducción literal del italiano sería “Historia del nuevo apellido”), en
“Las deudas del cuerpo” (traducción literal «Historia de los que huyen y de
los que permanecen) y, finalmente, en la «Niña perdida».

Los recuerdos no se borran, permanecen, tal vez se vuelven un poco
amarillentos, se tornan de color sepia; los acontecimientos a los que se
refieren sirvieron para dibujar la vida, que en el caso de La amiga estupenda está llena de tantos dolores y
dificultades, relaciones complejas, sentimientos vividos de manera
polémica, que no escatiman ni siquiera el sentido de pertenencia.

El trasfondo de la historia de Elena es una verdadera “napolitaneidad”, con
todas sus contradicciones más o menos intrínsecas, de las que la
protagonista se distancia, decidiendo antes que nada escribir los diálogos
en italiano, excepto para informar, en algunos casos, que ciertas frases o
términos, se han dicho en dialecto. El napolitano queda como en un segundo
plano del libro, se utiliza para expresar la trivialidad extrema y Lenù y
Lila lo evitan para sentirse emancipadas de esos lugares, de esas
circunstancias y de una condición que, de alguna manera, las oprime. Y sin
embargo está dentro de ellas; de hecho el director, Saverio Costanzo,
quería que todos los diálogos de la película fueran en dialecto,
subtitulados, precisamente para dar autenticidad y realismo a las escenas.
Las sugerencias evocadas por el texto escrito, se hacen realidad en la
película a través del dialecto. Donde la palabra escrita en la novela cubre
acontecimientos y situaciones, en la película es la palabra en dialecto la
que expresa, sacando a relucir su profundidad, la identidad de los
personajes y también de los lugares.

Un producto internacional para 56 países

Un experimento, por tanto, perfectamente llevado a cabo, siguiendo el éxito
de la serie de televisión producida por Fandango-Wildside, en colaboración
con Rai Fiction, TimVision, Hbo Entertainment y Umedia, que ha triunfado en
todo el mundo precisamente por esta característica suya de autenticidad y
realismo. Las películas se han emitido en 56 países de todo el mundo,
incluyendo Canal+ en Francia y África francófona, Sky Atlantic en el Reino
Unido, HBO Europe en España, Escandinavia y gran parte de Europa del Este,
VRT en Bélgica y Digiturk en Turquía. Y, por supuesto, en Estados Unidos,
donde ha logrado un gran éxito entre el público y la crítica. Además,
próximamente también debería desembarcar en China, gracias a un acuerdo con
el coloso del streaming IQIYI.

La segunda serie, cuyo rodaje se reanudará en breve, comienza desde donde
terminó la primera, es decir, con la boda de Lila y Stefano, y nace de la
segunda novela de la tetralogía, “Historia del nuevo apellido”, que alude,
precisamente, al nuevo estatus de Lila, que como mujer casada adquiere el
apellido de su marido. La novela, desde el principio, hace referencia al
vínculo que acabará por oprimir a Lila, que descubre la violencia de su
marido y comprende que llevar el nuevo apellido es una carga demasiado
pesada de soportar. De hecho, en la historia, todos los apellidos son
vistos como un peso abrumador. Pertenecer a la familia, en el pequeño
barrio napolitano en el que se sitúa la historia, cuando no es casi un
enemigo a vencer, se considera un rasgo del cual distinguirse, en busca de
libertad y de emancipación. La familia, en la historia, no se vive tanto
como un espacio en donde compartir afectos, relaciones y experiencias, sino
como un lugar de conflicto, de incomprensión, incluso de opresión y
violencia. Esto se aplica, más o menos, a todos los personajes de la serie,
aunque a cada uno en manera diferente.

La novela es la historia de Elena, Lenù y Raffaella, Lila. Es la historia
de un recuerdo que sorprende y captura por su nitidez. Un recuerdo claro,
pero de una historia raída, “desconcertada”, para retomar una expresión
utilizada varias veces por Ferrante. Ni siquiera la amistad y la
inteligencia consiguen definir los contornos de una existencia que para
ambas protagonistas, y para muchos otros personajes, permanece hasta el
final sin esos márgenes que, lejos de definir los límites de un topos fijo, indican, más bien, los límites de una personalidad
madura y feliz.

La amiga estupenda
nos habla de la redención social a través de la cultura (especialmente para
Elena) y la inteligencia (especialmente para Lila). Las dos sueñan con su
propia afirmación, que intentan conseguir a través de caminos diferentes, y
ninguna de las dos logra alcanzar la felicidad. El sueño se rompe contra la
conciencia de que, de hecho, la afirmación no es sinónimo de felicidad. Al
menos no lo es para las dos protagonistas de la historia, que están
dispuestas a sacrificarlo todo por el éxito personal, pero que se
encuentran solas con su propia identidad, que han carecido de puntos de
referencia, de afectos sinceros, pero a la cuales todavía les queda un gran
deseo de no rendirse.

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