¿Smartphone sí o smartphone no? Esta es la pregunta que
muchas madres se hacen a diario ante las peticiones, cada vez más
insistentes, de sus hijos, muchas veces menores de 14 años.

Afrontemos la cuestión. Por un lado, el teléfono móvil proporciona a la
madre más seguridad y tranquilidad. Es útil, por ejemplo, para contactar y
localizar a su hijo en cualquier momento del día, para saber cómo está o
dónde está. Un smartphone en el bolsillo de un niño reduce
significativamente el nivel natural de ansiedad de los padres.

Por otra parte, es cierto que muchas madres están asustadas y preocupadas
por el uso indebido que sus hijos podrían hacer del móvil. Los posibles
peligros son muchos: ser contactados y engañados por extraños y
malintencionados provenientes de alguna red social o la visión de contenido
violento, fuerte e inadecuado. En resumen, hay muchas cosas a favor y
muchas en contra. Pero no nos dejemos paralizar por las dudas. Es una buena
idea comenzar a educar a sus hijos en el uso correcto de la tecnología, sin
excesos y manteniendo siempre el sentido común y el autocontrol.

Les ofrecemos 10 reglas, los mejores consejos prácticos sobre Internet que
hemos seleccionado para explicar a sus hijos cómo usar correctamente la
tecnología y mantenerse alejados de los peligros, incluidos los de salud, y
asegurar la tranquilidad de las madres.

1. Si tu teléfono móvil suena, contesta siempre. Jamás se
puede ignorar una llamada si en la pantalla aparece «mamá» o «papá».

2. Nunca olvides la educación y los buenos modales.
Contesta siempre tu teléfono con educación y limita el impulso de controlar tu teléfono continuamente, cuando estés estudiando o si estás hablando con
alguien. Dicho sea de paso, los primeros en dar un buen ejemplo, en este
caso, debemos ser los padres.

3. ¿Qué contraseña utilizas? Asegúrense de que sus hijos
les dejen siempre todas las contraseñas de las distintas páginas web a las
que acceden. Esta regla no debe ser impuesta, sino compartida para
construir una relación de confianza y respeto mutuo. Si su hijo se suscribe
a varias redes sociales y foros, será mejor que lo hagan juntos para evitar
la divulgación descuidada de datos personales sensibles.

4.

Nunca envíes ni recibas las fotos que muestren partes íntimas

. Esto se llama sexting y es una de las prácticas más extendidas entre los adolescentes y de las más temidas por los padres. Esta regla debe
explicarse bien y sin falso pudor: una imagen inadecuada compartida en
WhatsApp o en las redes sociales se hace pública inmediatamente. Será muy
difícil borrarla de la Web, arriesgándose a arruinar para siempre la
reputación de un niño.

5.

No uses el teléfono móvil para mentir, burlarte de alguien, engañar o
hablar mal de los demás.

Básicamente, no hagas y no le digas a otro lo que no quieres que te hagan o te digan a ti. No participes en conversaciones que puedan perjudicar a
otras personas. Sé buen amigo antes que nada. Si no sabes qué hacer, evita
participar en conversaciones maliciosas y mantente alejado de los
problemas. Esto ayudará a que sus hijos también reconozcan el acoso
cibernético y encuentren el valor para hablar de ello si se convierten en
víctimas.

6. Apaga el móvil cuando te acuestas. Desafortunadamente,
mantener el teléfono encendido en la mesita de noche es una práctica muy
extendida y perjudicial, ya que además de privarnos de horas preciosas de
sueño,

puede causar insomnio, alteraciones en la concentración y pérdida de
memoria

.

7.

En Internet, busca sólo lo que después podrás contar a tus padres

. Si tienes alguna pregunta sobre un tema, házsela directamente a tus
padres. Ellos han estado allí antes que tú y seguramente te entenderán y
encontrarán las palabras adecuadas para una buena explicación.

8. Cambia de oído con frecuencia. Cuando hables con tu
teléfono móvil, alterna las llamadas con ambos oídos. Con esta medida
disminuirás los efectos del sobrecalentamiento causado por las ondas
electromagnéticas, que podrían dañar tus tímpanos y ser una causa temprana
de sordera. Si es posible, siempre realiza llamadas breves.

9.

No guardes el teléfono móvil en el bolsillo cerca del corazón.

En general, siempre debes evitar mantener tu smartphone en
contacto directo con tu cuerpo para evitar las ondas electromagnéticas. Por
último, recuerda: mantén tu teléfono móvil alejado de la cabeza cuando
marques el número. Ese es el momento en que trabaja a máxima potencia y
emite más ondas.

10. Apaga tu Wi-fi por la noche o cuando no lo estés usando.
Evitarás inútilmente las irradiaciones hacia ti, hacia tu familia y hacia
tus vecinos.

Finalmente, una última regla, no escrita, pero quizás la más importante de
todas:

«Podríamos quitarte el teléfono algún día. Entonces nos sentaremos y
hablaremos. Llegaremos a un acuerdo y empezaremos de nuevo. Papá y yo
estamos aprendiendo todos los días, como tú”.

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