¿Qué opinan de los periódicos, las noticias en televisión o los portales web de noticias en Dinamarca, España y Estados Unidos? ¿Sigue siendo creíble la figura del periodista y, sobre todo, son más fiables los medios tradicionales como la prensa, la radio y la televisión o los medios digitales que se pueden utilizar desde ordenadores, tabletas y teléfonos inteligentes? Estas son algunas de las preguntas a las que intenta dar respuesta un estudio, publicado en junio de 2023, titulado Perceptions of journalism and trust in news among traditionalist and digitalist media users. A comparative analysis of Denmark, Spain and USA (Junio 2023) realizado por los investigadores de la española Universidad de Navarra Aurken Sierra, Javier Serrano-Puche y Jordi Rodriguez-Virgili.

El estudio analiza el nivel de confianza en las noticias reportadas y la credibilidad atribuida al periodismo y a los medios de comunicación por los usuarios de Dinamarca, España y Estados Unidos, tres países elegidos a propósito precisamente por ser muy diferentes entre sí desde el punto de vista mediático, según la clasificación de los estudiosos Hallin y Mancini (2004): el “modelo corporativista-democrático” para Dinamarca, el “modelo pluralista polarizado” para España y el “modelo liberal” para Estados Unidos.

Cuestionario y metodología

La investigación se ha realizado a través de dos encuestas online, llevadas a cabo en 2019 y 2020 y realizadas por el Reuters Institute a un panel de 2.000 personas en cada país. El cuestionario online contiene un amplio abanico de preguntas sobre cómo las personas consumen información. Los usuarios que consumen noticias utilizando fuentes tradicionales (periódicos, radio o televisión) fueron asignados a la categoría «tradicionalista», mientras que aquellos que consumen noticias principalmente desde dispositivos digitales (smartphones, tablets u ordenadores) fueron asignados a la categoría «digital».

Los resultados de la investigación

Los resultados de este estudio muestran que los usuarios que consumen las noticias a través de medios tradicionales como la prensa, la radio y la televisión tienen un mayor nivel de confianza que aquellos que acceden a las noticias a través de dispositivos digitales. Los usuarios de medios tradicionales también tienen un mayor grado de satisfacción con las funciones clásicas del periodismo, como la de exigir sus responsabilidades a las instituciones públicas (función de denuncia), difundir información de actualidad (función de divulgación) y explicar los acontecimientos y la realidad a su audiencia (función interpretativa). Existen diferencias entre países, especialmente en la valoración de la función de denuncia. Los españoles, que pertenecen a un sistema clasificado como pluralista polarizado, son los que peor valoran la actuación de los medios de comunicación en su país.

En una época caracterizada por el exceso de noticias y la presencia simultánea de varios medios de comunicación, tanto analógicos como digitales, los resultados ponen de relieve, no obstante, la prevalencia general del uso transversal de medios de comunicación, tanto analógicos como digitales, entre los entrevistados. Sin embargo, a este respecto, surgen diferencias entre los tres países participantes en la investigación. Los estadounidenses y los daneses muestran una marcada preferencia por los medios digitales, mientras que las diferencias entre la adhesión a los medios digitales y tradicionales entre los españoles es mínima.

Como ya hemos indicado, los usuarios que consumen noticias a través de los periódicos, la radio o la televisión muestran de media una mayor confianza en las noticias que los usuarios que acceden a ellas a través de dispositivos digitales.

Conclusiones

En definitiva, la rivalidad entre medios tradicionales y digitales parece no tener fin, alternándose en continuos giros de tuerca. Lo que es interesante destacar de esta investigación es que la confianza en el periodismo no se ha derrumbado tan terriblemente, ya que todavía muchos usuarios creen en la función de responsabilización o denuncia de los medios de comunicación hacia las instituciones y la cúpula de poder.

Quizás, haya un punto de equilibrio entre esta visión tan halagüeña y la más pesimista de Edelman Trust, que en su informe de 2020, presentaba la figura del periodista en franca caída en términos de credibilidad e influencia positiva en la sociedad. En un mundo en el que con las redes sociales todo el mundo tiene un megáfono para difundir sus contenidos – con el riesgo de que se pierda la frontera entre información y desinformación, noticias y fake news – el papel intermediario del periodista sigue siendo fundamental, para salvaguardar el equilibrio de la libertad de expresión y el pensamiento.

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