El pasado mes de junio, se defendió en la Pontificia Universidad de la
Santa Cruz una tesis de licenciatura titulada

L’educazione degli adolescenti all’uso consapevole dei mezzi
digitali (La educación de los adolescentes al uso responsable de
los medios digitales

), realizada por la investigadora ucraniana Alla Kovalenko.
Presentamos algunas de las ideas principales sin los datos estadísticos
de apoyo, frecuentemente ofrecidos en nuestro portal con ocasión de
otras investigaciones con una perspectiva más empírica, también para no
sobrecargar la exposición.

La expansión global de Internet y el uso siempre más común de los
medios digitales, también por parte de los niños y adolescentes, han
sido los “motores-buscadores” de la investigación. La particularidad
principal de la era digital y parte central de este estudio, es la
accesibilidad desbordante de contenidos muy variados, que a su vez
implica la necesidad de una mayor atención a la calidad de los mismos.
Esto conlleva un análisis tanto de los efectos de los nuevos medios
como del proceso de elaboración de normas para un uso provechoso.

La investigación se ha concentrado en los jóvenes (niños y
adolescentes). Precisamente, como tienen las mismas posibilidades que
los adultos para obtener informaciones de cualquier tipo, es de rigor
la pregunta sobre cómo proteger los futuros miembros de la sociedad de
los contenidos poco adecuados –a veces destructivos- para el
crecimiento personal. El estudio se aleja de una visión negativa de los
medios, muy presente en algunos de los autores estudiados, que
justamente denuncian algunas estrategias de márketing y de comunicación
utilizadas en el ámbito digital. Con una visión crítica, trata en
cambio de explorar las inmensas potencialidades de Internet que están
marcando el contexto educativo actual. Internet, recuerda la autora
siguiendo otros investigadores de ámbito pedagógico y social, puede
convertirse en un medio provechoso para la formación porque la misma
causa que podría generar un impacto negativo de la tecnología puede
producir también beneficios para la persona humana, que precisamente es
el origen y la destinataria de todo proceso educativo. El
enriquecimiento humano y social de la persona es el fin de la
educación. Si somos realmente conscientes de ello, y no sólo a nivel de
principios, Internet puede convertirse en un aliado.

Partiendo, por tanto, de los estudios realizados sobre el impacto
positivo y negativo de Internet o medios relacionados, Kovalenko trata
de sintetizar las ideas que compaginan las mejores potencialidades de
la red con el bienestar de la persona humana. La investigación llega a
la conclusión de que Internet tiene un considerable impacto positivo en
la vida y en la formación de la persona humana. Basta pensar en la
simplificación y flexibilidad de la comunicación, en la accesibilidad a
múltiples contenidos, en la expresión de la creatividad, la economía
del tiempo y del dinero… Aquí, sin embargo, es necesario mostrar la
otra cara dela medalla: llevar a cabo esas implicaciones positivas
depende del criterio de uso. Por ello, se han individuado dos criterios
principales para una adecuada utilización de los medios digitales:calidad de tiempo empleado y calidad de contenidos, porque frecuentemente los
efectos negativos son provocados precisamente por el uso
desproporcionado de los medios digitales desde el punto de vista
temporal o por un consumo de contenidos que empobrecen o dañan la
persona. Por ello, sostiene la investigadora, es extremadamente
necesario que cada usuario establezca reglas personales del empleo del
tiempo y haga propios y connaturales los criterios de análisis de
contenidos en Internet.

La particularidad de la vida en la era digital consiste en el hecho que
las personas están siempre conectadas a Internet a través de los smartphone o de las “tabletas”. La mayor parte de la población
mundial ya se sirve de estos instrumentos y tiene un acceso fácil e
instantáneo a la información de las redes sociales, a los chat con los
amigos, al e-mail y a otras aplicaciones. En tal contexto, el tiempo
personal ya no se rige por las reglas y usos sociales de un tiempo y es
necesario, por tanto, una disciplina que no viene generada a partir del
contexto social sino que debe ser precisamente eso: una
auto-disciplina. De otro modo, Internet se convierte fácilmente en
causa de distracciones, en falta de atención a las personas que están
en nuestro entorno o a las actividades que requieren una dedicación
exclusiva, como el trabajo profesional.

En la investigación no se ha descuidado uno de los temas más discutidos
en los últimos años: el impacto de los juegos on-line. Efectivamente,
hay estudios específicos sobre el efecto formativo y positivo de los
juegos instructivos, los llamados “juegos buenos”. Los padres deben ser
conscientes del hecho de que también este tipo de diversión, a veces
conveniente, podría fácilmente provocar dependencia y generar un cierto
desinterés por la comunicación y por la relación con otras personas.
Sería equivocado ignorar que el mundo on-line se encuentra
estrictamente ligado a la vida física y tiene un gran influjo en ella
por el hecho de que la persona humana es una: actúa de un modo unitario
también cuando, muy a menudo, lo hace off-line y on-line
contemporáneamente.

En su trabajo, la autora insiste en una conclusión que podría darse por
descontada o ligada a valores asumidos previamente, pero que está
avalada por investigaciones empíricas realizadas en el campo de la
comunicación, de la psicología y de la sociología:

el papel de los padres sigue siendo esencial, especialmente y sobre
todo en la era digital

, porque la familia es el lugar principal y primario de la
socialización y de la educación, donde se adquieren las virtudes y se
aprende a relacionarse con los demás. Frente a los desafíos presentados
por los medios de comunicación, la solidez y centralidad de la familia
afloran como una necesidad siempre mayor. Se trata del compromiso
continuo de los padres por dedicar tiempo cualitativo a los propios
hijos (atención, presencia plena sin simultanearla con el uso de
instrumentos electrónicos como el smartphone), construyendo
relaciones de jerarquía educativa. Es necesaria la autoridad de los
padres para una amplia formación de los hijos, que incluye no solo la
vida física sino también la vida on-line. Sin el ejemplo, el mensaje de
los padres será percibido como simple “spam”.

Esta investigación sobre los efectos y sobre las posibles modalidades
de educación de los jóvenes en el uso responsable de Internet muestra
que, en el ámbito educativo, existen no sólo los desafíos “provocados”
por la lógica del mundo digital, sino también aquellos que responden a
causas más profundas. Los efectos negativos del uso de los medios
digitales están muy relacionados con la renuncia de los padres a ser
verdaderos y propios educadores, formadores de los hijos en la era
digital. En este sentido, el estudio propone algunas líneas de acción y
de reflexión para los padres:

a) Visto que el ámbito on-line es el más popular entre los jóvenes (las
redes sociales), los padres deben conocer bien este terreno (las reglas
de la privacy, su lógica). Si es posible, deben ser ellos
mismos usuarios competentes y conscientes de las redes sociales. No se
trata de controlar a los hijos, sino sobre todo de aprender para poder
enseñar con el propio ejemplo.

b) Es posible encontrar plataformas y aplicaciones formativas de
entretenimiento que puedan proponerse a los propios hijos. De este modo
se evita una visión fatalista y, a través de una visión crítica, se
trata de utilizar Internet como un medio más para la formación.

c) Las investigaciones muestran que Internet se ha convertido en el
lugar principal de la vida social de los jóvenes y el único espacio de
interacción. Las consecuencias de este tipo de comportamiento son
variadas, como la dependencia, el aislamiento de los demás, la poca
autonomía o la pérdida de confianza en sí mismos. Se podría evitar tal
impacto con la presencia, no invasiva sino participativa, de los padres
y con el interés por la vida de los hijos.

Resumiendo las ideas principales de este estudio, se podría decir que
en la era digital, además de la presencia en la vida de los hijos, es
necesario que los padres posean conocimientos sobre la red y que los
utilicen de manera virtuosa y competente. De este modo, teniendo una
capacidad de uso y de valoración crítica de los contenidos, conociendo
bien la lógica de la red, los padres pueden acompañar a los hijos en la
navegación, promover el estudio de Internet e introducirles en varias
aplicaciones con criterio. La familia se convierte, en cierto sentido,
en un equipo de personas, donde se produce la educación a las
virtudes y la promoción recíproca del desarrollo humano, intelectual y
moral.

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