¿Son creíbles los medios de comunicación? Y sobre todo, ¿es más fiable la
web, o lo son la tele y los medios tradicionales? Una


reciente investigación estadounidense, realizada por la agencia
Edelman,


ha encontrado una igualdad sustancial entre los dos mundos:

el 66% de las personas entrevistadas tiene total confianza en las
informaciones de los medios tradicionales, como televisión, radio o
prensa.

Y el

63% considera fiables las informaciones que provienen de los motores de
búsqueda,

como Google. Esta confianza en la web disminuye cuando la fuente de
información son las redes sociales. Sólo el 41% las considera fiables, quizá a causa de las fake
news que, en los últimos años, ha reducido sensiblemente la credibilidad de
las redes como distribuidores de información, datos y noticias.

Todos somos editores

Más allá de las cifras, una cosa es segura. Las nuevas tecnologías han roto
los confines de las enciclopedias. Ahora es muy fácil encontrar todo tipo
de información, aunque existe un verdadero riesgo de caer en engaños, en
bulos, y cada vez es más difícil saber si son del todo verdad esas noticias
que se leen.

Además, han saltado por los aires reglas que están en la base del
periodismo, y se ha desdibujado la frontera entre “profesionales” y
creadores de contenidos mediáticos. Cualquiera puede compartir su propia
versión de los hechos, dando una visión personal, y colgarla en su perfil o
en su página web. Todos pueden convertirse en editores para una audiencia
más o menos amplia. Y cualquiera está en condiciones de contar -a través de
un medio potente, el boca a boca- su verdad o inventarse una información
más o menos verosímil, o totalmente absurda, sin que nadie se preocupe
demasiado.

Por esto, los blogs, que inicialmente eran de personas “competentes”, que
ponían su saber a disposición de los demás a cambio de algún dinerillo
obtenido gracias a la publicidad, han cedido el paso a quienes, para
emerger y conseguir notoriedad, se inventan historias, hechos y fechorías,
transformándolos en mercancías.


Medios tradicionales y redes sociales. Los datos de las últimas
investigaciones: el caso italiano

Los resultados del estudio de Edelman sobre la credibilidad de las
informaciones de los medios tradicionales y los digitales han sido
confirmados


por una reciente investigación italiana


. Titulada “Cómo se informan las nuevas generaciones de italianos”, ha sido
realizada por el Instituto Demopolis por cuenta de la Asociación
profesional de los periodistas italianos. Según esta encuesta, los
italianos de menos de 30 años usan como instrumento de información la prensa on line (75%), y la televisión (66%). Respecto a
los datos de Edelman, tienen mayor confianza en las redes sociales. El 63%
utiliza Facebook o Youtube para mantenerse informado. Sin embargo, no es
una confianza ciega. El 56% lee con sentido crítico las noticias de las
redes sociales, y a menudo dudan de la credibilidad de esas informaciones.
La confianza sobre la fiabilidad de las noticias en los medios
tradicionales es mayor. Sólo el 34% declara dudar a menudo de la
credibilidad de la televisión o de la prensa impresa, contra un 51% que
dice que sólo duda alguna vez.


Pasamos más tiempo con los medios digitales que con los tradicionales

A pesar de que la credibilidad de las redes sociales -en cuanto
distribuidoras de información- es más baja que la televisión, la radio o la
prensa, lo cierto es que pasamos mucho más tiempo en Facebook o YouTube que
ante un programa de la tele.

Este dato ha sido confirmado por la encuesta Global Digital 2018, realizada por We Are Social en
colaboración con Hootsuite, la plataforma de gestión de redes sociales más
utilizada a nivel mundial. Según esta encuesta, los usuarios gastan la
mayor parte de su tiempo online en las plataformas sociales:

de media, pasan el doble del tiempo sobre las plataformas digitales (6
horas al día, de las cuales 2 dedicadas a las redes sociales) frente a
las 3 horas dedicadas a los medios tradicionales como la tv

. En el tiempo de la tele (3 horas) se contabiliza el dedicado al streaming
on demand.

No hace falta decir que la idea del mundo, la información y la formación
del propio punto de vista, pasa también a través de las redes sociales.


¿Cuáles son las causas de la crisis de credibilidad de los medios de
comunicación?

Volvamos a la pregunta inicial: ¿qué credibilidad tienen los medios de
comunicación? Quizá la respuesta no es tan difícil: los medios de
comunicación, tanto tradicionales como digitales, están sufriendo una grave
crisis, y se encuentran en un túnel de difícil salida. Muchas son las
causas de esta pérdida de credibilidad. Como acertadamente dijo hace
algunos años Michael Haller, Director del Research Department de la Hamburg
Media School, en su artículo sobre la credibilidad de los medios de
comunicación europeos, los motivos principales son:



El declive de la capacidad de investigación por parte de los
periodistas:

muchos prefieren atenerse a las versiones oficiales, sin ir más allá.
Buscar información en Google y clicar en los cinco primeros resultados, no
es investigar. La verificación de las fuentes, la búsqueda activa de
informadores, o la actividad de documentarse, se han convertido en rara
excepción.

Falta de profesionalidad: muchas redacciones publican
cualquier cosa que provenga de las agencias de marketing o de los spin
doctor empresariales o políticos. Ni siquiera se dan cuenta de que, con
ello, hacen relaciones públicas en vez de periodismo.

Demasiadas opiniones no contrastadas y pocos hechos: a
menudo las informaciones vienen filtradas y adulteradas por los comentarios
de los influencer y los líderes de opinión. La consecuencia es que se
pierden de vista los hechos, lo que realmente ha sucedido.

Poca diversidad en el mainstream: con demasiada
frecuencia, los principales órganos de prensa publican interpretaciones más
o menos idénticas sobre qué es deseable política, económica y
culturalmente. Por lo tanto, los grupos minoritarios de la sociedad
perciben el punto de vista de los medios mainstream como arrogante, sobre
todo los que se consideran a sí mismos víctimas del proceso de cambio
social. La fractura entre la hipocresía mainstream y los grupos marginales
de la sociedad se ha hecho amplia y profunda: para muchos, los grandes
medios de comunicación se han convertido en portavoces del Sistema.

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